Kipchoge retiene corona olímpica en el Maratón Olímpico de Tokio 2020

Escrito por: SoyMaratonista

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Hace cinco años, el plusmarquista mundial de maratón Eliud Kipchoge fue el último campeón de atletismo coronado en los Juegos Olímpicos de Río 2016. El domingo por la mañana, en Sapporo, repitió esa actuación con una nueva carrera de gran calidad y se convirtió en el tercer hombre que defiende con éxito un título olímpico de maratón.

Kipchoge confirmó así su favoritismo, revalidando su título en la víspera a la clausura de los Juegos de Tokio 2020. Kipchoge terminó en solitario con un crono de 2:08.38 seg, por encima de su récord del mundo (2:01:39 Berlín,2018).

La plata fue para el neerlandés Abdi Nageeye (2:09:58) y el bronce para el belga Bashir Abdi (2:10:00), mientras que el español Ayad Lamdassem se ubicó en la quinta posición (2:10:16).

Una largada pareja

El intenso calor -aunque no tanto como en la jornada anterior con las damas- fue un condicionante para esta prueba. Kipchoge se mantuvo siempre al frente del pelotón junto sus otros compañeros de equipo. Entre los suramericanos se lució el colombiano Jeison Alexander Suárez quien luego del kilómetro 25 ya no pudo seguirle el ritmo al keniata pero sí logró mantenerse hasta el final de la carrera ubicándose en el puesto 15, siendo así el mejor entre la decena de corredores suramericanos.

En Río, Kipchoge esperó hasta el kilómetro 36 para escaparse. Esta vez, su movimiento decisivo llegó en el 31. En el 38, el keniano se parecía más a una figura solitaria en una carrera matutina de entrenamiento que a un hombre que lideraba el maratón olímpico. En ese momento había conseguido una ventaja de más de un minuto, sin que ningún otro corredor estuviera a la vista.

Tal fue el dominio de Kipchoge de camino a su triunfo de 2:08:38, que su margen de victoria de 1:20 fue el más amplio en un maratón olímpico desde la victoria de Frank Shorter en 1972, reseña la World Athletics.

«Creo que he cumplido con el legado al ganar el maratón por segunda vez, de forma consecutiva. Ahora espero ayudar a inspirar a la próxima generación», dijo Kipchoge, que se adjudicó el oro por delante del holandés Abdi Nageeye (2:09:58) y del belga Bashir Abdi (2:10:00).

«Creo que he cumplido con el legado al ganar el maratón por segunda vez, de forma consecutiva. Espero ayudar a inspirar a la próxima generación», dijo Kipchoge, que se unió al etíope Abebe Bikila, campeón en 1960 y 1964, y al alemán oriental Waldemar Cierpinski, ganador en Montreal en 1976 y en Moscú en 1980, como ganador consecutivo.

«Significa mucho para mí, especialmente en este momento. Fue muy duro el año pasado, con el aplazamiento de los Juegos Olímpicos. Me alegro por el comité organizador local que ha hecho posible esta carrera. Es una señal que muestra al mundo que vamos en la dirección correcta: estamos en la transición correcta hacia una vida normal».

Ritmo conservador

Al igual que en la carrera femenina de ayer, el ritmo fue conservador y cauteloso en todo momento, con un gran grupo de casi 50 corredores que recorrieron los cinco primeros kilómetros en 15:17 y los diez en 30:53, a ritmo de un modesto 2:10:19 en meta. Kipchoge se mantuvo al frente o cerca de él durante todo el recorrido, turnándose en cabeza con el colombiano Jeison Alexander Suárez y el brasileño Daniel do Nascimento, que parecía disfrutar de la oportunidad de liderar un pelotón que incluía al mejor maratonista de todos los tiempos.

Poco cambió a los 15 kilómetros (46:03), donde el estadounidense Galen Rupp, medalla de bronce en 2016, y el compañero de equipo de Kipchoge, Lawrence Cherono, también contribuyeron a marcar el ritmo.

Cuando el sudafricano Stephen Mokoka llegó a la mitad de la carrera en 1:05:13, el pelotón empezaba a dispersarse, con 23 corredores a menos de tres segundos de la cabeza. A la cabeza del pelotón, Kipchoge era la imagen de la calma y la tranquilidad, y también se mostró juguetón, ya que intercambió un choque de puños con el brasileño Daniel do Nascimento mientras seguían turnándose al frente.

Una carrera emocionante

La primera gran escapada se produjo en el kilómetro 27, cuando el pelotón de cabeza se redujo a 12, pero con Kipchoge todavía dictando el ritmo. Rupp seguía allí, junto con el belga Bashir Abdi y el holandés Abdi Nageeye, los compañeros de equipo de Kipchoge, Cherono y Kipruto, y el tanzano Alphonce Felix Simbu.

En el kilómetro 30 (1:32:31), el pelotón se redujo a ocho, pero parece que eso no fue del agrado de Kipchoge. Menos de un kilómetro más tarde, el atleta inyectó un impulso que rápidamente creó una considerable distancia entre él y el resto del grupo de perseguidores. A partir de ahí, empezó a darlo todo, y consiguió una ventaja de 27 segundos en los 35 kilómetros (1:46:59). Cinco kilómetros más tarde la amplió a más de un minuto. La única compañía que tuvo en los últimos momentos fue el numeroso público que acudió a ver la carrera.

Detrás de él, Cherono, el español Ayad Lamdassem y sus compañeros de entrenamiento, Abdi y Nageeye, lucharon por los dos puestos restantes del podio. Nageeye ganó la batalla, cruzando la línea de meta en 2:09:58, con dos segundos de ventaja sobre Abdi.

«He dicho muchas veces que quería estar entre los tres primeros, pero nunca lo he conseguido. Así que hoy me he centrado. Concentrarme, concentrarme, concentrarme», dijo Nageeye, que terminó 11º en Río. «Cuando llegué a los 39 km. simplemente supe (que ganaría una medalla). Me sentí muy bien a falta de tres kilómetros. Sabía que sólo tenía nueve minutos para correr. Es increíble».

«Siempre he creído en mí mismo», continuó. «Fui un nómada, hice las maletas y me entrené en Francia, América, Etiopía, Kenia. Estar en el podio con Eliud Kipchoge, el más grande de todos los tiempos, es increíble».

También Abdi era un creyente. Sin Nageeye, dijo, sería poco probable que terminara en el podio.

«Los últimos tres kilómetros fueron muy duros porque tuve calambres», dijo Abdi. «Pero mi compañero de entrenamiento me motivó. Estoy muy contento de que haya terminado en segundo lugar, y yo estoy muy contento con el bronce. Me dijo: ‘tienes que ir’. Si él no hubiera estado ahí hoy, los últimos tres kilómetros habrían sido difíciles».

Cherono fue el siguiente, a dos segundos, con 2:10:02, y Lamdassem marcó 2:10:16 para ser quinto. El japonés Suguro Osako cerró bien para terminar sexto y ser el primer japonés en 2:10:41. Más atrás, Rupp fue octavo en 2:11:41.

Tachlowini Gabriyesos, el primer miembro del equipo de refugiados que logró una norma de clasificación olímpica, tuvo una buena actuación, marcando 2:14:02 para terminar 16º.

De los 106 corredores que tomaron la salida, terminaron 76.

Suramérica presente

El recordman colombiano Jeison Suárez produjo una tarea consagratoria y su registro de 2:13:29s. es realmente notable en estas condiciones climáticas, cuando la gran mayoría de los corredores estuvieron muy por arriba de sus marcas habituales.
De los 106 que largaron, hubo 30 abandonos, incluyendo los de algunos favoritos como el campeón mundial Lelisa Desisa, y sus dos compañeros de la escuadra etíope: Sisay Lema y Shura Kitata, vencedor del último maratón de Londres. También abandonaron nombres como Amos Kipruto (Kenia) y Stephen Kiprotich (Uganda), ex campeón mundial y olímpico.

Suárez y el joven brasileño Daniel Ferreira do Nascimento -este, en el segundo maratón de su vida- se prendieron en el lote puntero, que osciló entre 20 y 30 corredores y que cruzó los 15 km. en 46:03s y la mitad de la prueba en 1:05:15s. Pero poco después de los 25 km (que pasaron en 1:17:24s), Ferreira sufrió un tirón en la pierna que le obligó a abandonar. Suárez, en cambio, resistió adelante, mientras Kipchoge produjo el cambio de ritmo que desintegró el pelotón.

Suárez concluyó en el 15° puesto y el siguiente suramericano, también en gran actuación, fue el argentino Eulalio Muñoz, 31° con 2:16:35s. Luego llegaron: 43° Derlys Ayala (Paraguay) 2:18:34s, 53° Joaquín Arbe (Argentina) 2:21:15s, 60° Cristhian Pacheco (Perú) 2:22:12s; 69° Paulo Roberto de Almeida Paula (Brasil) 2:26:08s y 75° Jorge Castelblanco (Panamá) 2:33:22s.

Además de Daniel Ferreira do Nascimento, abandonaron el colombiano Iván Darío González, luego de los 20 km, y el brasileño Daniel Chaves da Silva, poco después del comienzo.

Concluyen así unos Juegos Olímpicos que, en el caso de nuestro deporte, serán recordados entre los más grande de la historia. Y que para el atletismo sudamericano dejaron un magnífico balance de cinco medallas.

Con información de World Atlhetics y Comsudatle

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