Las 6 razones porque «Todos lo sabemos pero…» parte 3

Escrito por: Erika Rosas Greenawalt

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Para muchas personas es complicado implementar nuevas rutinas o cumplir con sus metas. Esta semana mis últimas 2 razones del por que ¨Todos lo sabemos pero…¨

Razón Nro. 5: “La belleza está en el interior”

He escuchado a lo largo del tiempo esta frase, y aunque no deja de ser cierta en un sentido, también es cierto que, esta creencia ha servido de escudo para muchas personas que descuidan su apariencia, su alimentación, sufren de sobre peso y llevan una vida bastante desbalanceada.

Quizá a los ojos de muchos, podemos parecer “cultistas” del cuerpo, las personas que como yo, por años hemos dedicado nuestras vidas a vivir de manera saludable. En muchos casos puede ser verdad pero para mí, la finalidad no es solamente tener una buena figura, sino llevar un estilo de vida más benevolente que me permita pasar por este camino de la vida de la mejor manera posible. Considero que somos por fuera un espejo de lo que llevamos por dentro, tanto física como emocionalmente. Los expertos consideran que una de las causas de la obesidad o el sobrepeso, está asociada a problemas emocionales o de manejo del estrés, muchas personas desarrollan un apetito incontrolable, adicción al azúcar, al carbohidrato y a la grasa debido al estrés o ansiedad.

Por lo tanto, si eres de estas personas que el estrés le estimula el apetito, prueba realizar algunas actividades que te permitan relajarte, descargar la tensión de la rutina diaria y quitar la atención del exceso de comida. Cuida lo que comes y substituye la comida chatarra por alternativas más sanas tales como frutas, hummus, guacamole, chips de vegetales, entre otras.

Razón Nro. 6. ¿Sólo «Atún y Lechuga»? Nooooo

“¿Dieta yo? ¿Atún y lechuga todo el día? Nooo que aburrido. Eso es sólo para los concursos de belleza o modelos”

Esta es otra de las grandes creencias de mucha personas, y la verdad es que hasta yo puedo salir huyendo si me toca hacer una dieta así. La buena noticia, es que es sólo un mito. Si comes lechuga y atún todo el día, seguramente bajaras muchas libras, pero en muy poco tiempo te aburrirás y saldrás desesperado a comerte el primer plato de pasta que consigas. Estos son extremos muy difíciles de mantener.

No necesitamos llamarla dieta, tampoco dejar de comer para perder peso o estar saludables. Se trata de cambiar de hábitos alimenticios, comer balanceado, una alimentación baja en carbohidratos refinados, alta en fibra, alta en proteínas y baja en grasas. Como ven dije «baja» en grasas y carbohidratos, no hablé de eliminarlos. Los carbohidratos son necesarios para dotarte de energía durante el día, las grasas además de ser fuentes de energía, también son esenciales para la absorción de vitaminas A,D, E y K. Todo está en buscar los carbohidrato que te ayuden a mantener un bajo índice glicémico y las grasas “buenas” de origen vegetal preferiblemente.

Existe un sin fin de opciones para cocinar y comer, dentro y fuera de casa. Además, como todo se trata de armonía, un “pecadito” de vez en cuando está permitido. Lo importante es cómo lo compensas con las otras comidas, manteniéndote activo y no haciéndolo de manera rutinaria. Si comiste cargado de calorías en una comida, la próxima selecciónala baja en calorías. Si estas en esos días donde te provoca un buen dulce, elige comértelo en la mañana o justo antes de hacer ejercicios.

Finalmente…

Después de mis reflexiones puedo concluir lo siguiente:

Todo es perspectiva, date cuenta de que una o media hora al día de actividad física es apenas 4% de tu tiempo. Elimina la palabra ¨dieta¨ de tu mente, sustitúyela por “alimentación sana y balanceada”. No lo llames ejercicio, llámalo actividad física y movimiento, busca algo que te divierta.

Empieza con pasos pequeños, esto te permitirá mantener la constancia. Implementar un hábito en tu vida lleva tiempo. Expertos en liderazgo y éxito como Darren Hardy, autor del libro El efecto Compuesto y John Maxwell, autor de libros como, Las 21 Leyes de Liderazgo, dicen que para adoptar un hábito los primeros 21 días son clave. Sólo así nuestro sistema y nuestro cerebro entienden que ya es parte de nuestra rutina. Y este es sólo el comienzo, lo ideal es que establezcas un plan de 90 días.

Establece un plan o “reto” de 90 días, esto te permitirá fijar tus metas, establecer un camino claro hacia lo que quieres lograr y al mismo tiempo te permitirá medir y disfrutar de tus logros.

Constancia es la clave, no creas que porque tienes los primeros resultados, el trabajo esta completo. Alégrate por tus resultados, celébralos y publícalos pero mantente en el camino.

Ahora te estarás preguntando, ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar?. Les prometo que esas respuestas las podrán encontrar en mis siguientes artículos. Mientras tanto, fija tu objetivo y mantente enfocado!

 

Foto: Photo.com

 

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