Toda la energía que necesitamos para vivir y para soportar la demanda energética del ejercicio viene de los alimentos. Estos, una vez absorbidos, son almacenados en forma de reservas metabólicas. Existen tres tipos de nutrientes derivados de los alimentos: Los Carbohidratos, Las Proteínas y Las Grasas.
Todos los nutrientes son importantes y deben ser consumidos en proporciones adecuadas. Los Carbohidratos deben representar entre el 65 y el 70% de las calorías ingeridas en el día. Las grasas deben representar un 15% de las calorías y las proteínas la cantidad restante (15-20%).
Las proteínas son llamadas “los ladrillos corporales”. Estas están compuestas de una combinación de aminoácidos, y son utilizadas para formar músculos, huesos, piel, cabello, entre otros. Las proteínas tienen diferentes funciones adicionales a la de soporte, como por ejemplo, transporte de nutrientes, canales celulares, transmisión de mensajes químicos.
El adecuado consumo de proteínas es fundamental porque no son almacenadas con facilidad en el cuerpo, al contrario de los carbohidratos (almacenados como glucógeno) y las grasas (almacenadas como triglicéridos y ácidos grasos libres). El valor nutricional de una proteína se mide por la cantidad de aminoácidos esenciales que contenga (éstos son aminoácidos que no pueden ser sintetizados en el organismo).
Los atletas necesitan proteínas para reparar tejidos y fibras musculares dañados durante el ejercicio intenso, y para formar nuevas estructuras. Las proteínas no son una buena fuente de energía en el ejercicio, pero pueden ser utilizadas cuando las reservas de glucógeno no están en los niveles adecuados, lo cual es negativo porque entonces no serían utilizadas en las funciones de estructura, soporte y comunicación celular.
En promedio un adulto sano debería consumir aproximadamente 0.8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal por día. Un atleta podría necesitar hasta 1.4 gramos y un atleta de alto desempeño y gran demanda energética podría necesitar hasta 1.8 gramos por kilo por día. No es conveniente consumir una mayor cantidad de proteínas que la requerida, cálculo que debería ser realizado por un especialista en nutrición en cada persona.
El uso de suplementos de proteínas está indicado en atletas con necesidades nutricionales especiales por el tipo de actividad física que realizan, pero también está recomendada para personas que tienen un consumo de proteínas disminuido por razones de tipos de dieta, por enfermedad, o incluso porque tienen una cultura nutricional desbalanceada.
Existen diferentes fuentes de proteínas pero las más utilizadas suelen ser: “Whey Protein”, derivada de la leche, con una buena distribución de aminoácidos esenciales, y muy utilizada por casas comerciales, pero tienen el inconveniente de que al ser derivada de la leche no deben ser consumida por persona intolerantes a la lactosa. También existe la “Proteína de Huevo”, la cual no goza de mucha aceptación por su fuerte olor, sabor y baja solubilidad.
Finalmente existe la “Proteína de Soya” cuya fuente es vegetal, y tiene un valor nutricional muy elevado por contener todos los aminoácidos esenciales e incluso contener los tres aminoácidos de cadena ramificada (BCAA). Además, en algunos lugares es posible conseguir aislado de proteína de soya de alta pureza, sin lactosa, sin azúcar añadida (puede ser utilizada por diabéticos), de excelente solubilidad y sabor. Esto ha convertido a la Proteína de Soya en la favorita de los atletas y personas con necesidades nutricionales especiales.
Foto: Photos.com
Lic. Gerardo Celli Kubler
Rx Fitness Terapeutico
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