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Una de los mejores aportes que agregar para una rutina sana son las vitaminas y suplementos alimenticios.
¿Cuál es la importancia de estas?
Si bien muchos de los compuestos que estas ofrecen pueden encontrarse en nuestro entorno y podemos extraerlos de este y de una dieta balanceada, la realidad es que el lograrlo no siempre es tan fácil.
Esto debido a que muchos de los alimentos que ingerimos hoy en día difícilmente proveen la cantidad de nutrientes vitamínicos que nuestro organismo requiere, además de que nuestro estilo de vida muchas veces nos obliga a mantenernos por mucho tiempo en interiores, aislándonos de la intemperie, de donde obtenemos muchos de estos componentes como la vitamina D, la cual obtenemos por medio del sol.
Además, cuando entrenas o eres físicamente activo estas son imprescindible para nuestro rendimiento y fortalecimiento. Esto debido a que son los agentes encargados de que el cuerpo funcione apropiadamente y con el menor desgaste posible; a parte de jugar un papel clave en el funcionamiento celular, desarrollo muscular y crecimiento, en caso de que se trate de niños, niñas y adolescentes.
Tipos de vitaminas
Dentro de la amplia gama de vitaminas que podemos encontrar, existen 13 que son las más importantes para nuestro organismo, estas a su vez se subdividen en dos clases. Las hidrosolubles que son aquellas que se disuelven en agua:
- Vitamina B1 (tiamina): la cual funge como neurotransmisor en el sistema nervioso y también tiene una importante participación en el metabolismo glúcido.
- Vitamina B2 (riboflavina): se encarga del desarrollo y funcionamiento de las células del organismo.
- Vitamina B3 (niacina): se encarga de la producción esteroidea del cuerpo y ayuda a mantener el equilibrio químico del sistema nervioso.
- Vitamina B5 (ácido pantoténico): participa en los procesos de obtención de energía de los alimentos y en la producción de colesterol y de otras grasas esenciales.
- Vitamina B6 (piridoxina): influye positivamente en la formación de glóbulos rojos y en la obtención de oxígeno de las células.
- Vitamina B8 (biotina): participa en la obtención de energía de los carbohidratos y también en el metabolismo de las proteínas y grasas.
- Vitamina B9 (ácido fólico): indispensable en el mantenimiento de los tejidos celulares, con propiedades antioxidantes y cicatrizantes.
- Vitamina B12 (cianocobalamina): esta posee propiedades regenerativas, aportando en la formación de glóbulos rojos, y en la formación de tejidos, además de la síntesis del ADN.
- Vitamina C (ácido ascórbico): cumple importantes funciones en la reparación y el mantenimiento de los tejidos celulares, sumándole sus propiedades antioxidantes y cicatrizantes.
Por otro lado también tenemos los liposolubles que son las que se disuelven en compuestos grasos:
- Vitamina A (retinol): ayuda en la formación y mantenimiento de piel, huesos y mucosas, actuando además como protector del organismo hacia infecciones y también es una excelente antioxidante.
- Vitamina D (calciferol): interviene en la mineralización ósea, en la coagulación sanguínea y en la función muscular.
- Vitamina E (tocoferol): rico en antioxidantes, por lo que evita la oxidación de las células del sistema nervioso, muscular y cardiovascular.
- Vitamina K (fitomenadiona): cumple importantes funciones en la coagulación sanguínea, siendo un gran aliado cuando se producen hemorragias sanguíneas.
¿Cómo pueden ayudar al atleta?
Si bien estas cumplen un papel de vital importancia en todo organismo, en el de un atleta mucho más, ya que abastecen a nuestros cuerpos la energía necesaria para poder rendir en el ejercicio y así mismo poder disfrutar de sus beneficios. Por ello el tener una rutina diaria de ejercicios y una buena alimentación debe ir ligado al hábito de consumo de vitaminas, para tener energía suficiente durante el día.
En ocasiones a pesar de que nos alimentemos bien y llevemos una vida sana podemos llegar a sentirnos agotados y sin la energía necesaria para sobrellevar nuestro día a día. Esto puede ser a causa de que tu cuerpo esté en niveles bajos de vitaminas.
Para un cuerpo estar en óptimas condiciones debería consumir un promedio de 1500mcg o más y se promedia que la media global solo consume el 15% de esta medida estándar diariamente, por lo que el tomar vitaminas y suplementos en las mañanas junto con el desayuno supone una buena alternativa para una obtención más completa y efectiva de energía, debido a que en muchos casos una sola tableta o cápsula de vitaminas equivale al doble o triple de cantidad de nutrientes que podemos obtener de nuestras comidas aproximadamente.
Esto, para un atleta que depende en gran parte de su energía vital y de su resistencia termina siendo la base de su entrenamiento, por lo que el tener en cuenta como están sus niveles vitamínicos es un paso que nunca puede faltar, recordando que cada individuo posee cuadros médicos distintos, por lo que podríamos encontrarnos con pacientes con índices más altos o más bajos que otros.
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