El subcampeón europeo de cross, Ayad Lamdassem, y la medallista de bronce en 1.500 en el pasado Europeo, Natalia Rodríguez, ganaron este domingo por primera vez la Cursa Bombers, pero la verdadera noticia del día no fue su triunfo, sino el goteo interminable de camisetas amarillo-pistacho y negro que fueron entrando en la meta de Marquès d’Argentera tras ellos. 20.441 atletas, 15.000 hombres y algo más de 5.000 mujeres, hicieron realidad el récord absoluto de participación de la carrera que organiza Nike en Barcelona desde hace 13 años, y que jamás ha dejado de crecer.

El concepto espectáculo y fiesta camina siempre, además, de la mano de la Cursa Bombers, y ayer no fue una excepción. La salida, 11 minutos desde el primer al último corredor en ponerse en acción, con la música de AC/DC como banda sonora. Después, el calor escaló hasta los 25 grados y lució tanto el día que arruinó las marcas de los mejores, que habrían agradecido un clima un poco más fresco para correr mejor.

Si la Cursa Bombers se ha ganado en los últimos años la merecida fama de poseer uno de los circuitos más rápidos del mundo, ayer era difícil mantener ese cartel y Lamdassem (30’02») se conformó con la peor marca para un ganador en cualquiera de las ediciones disputadas en Barcelona, a casi dos minutos del mejor registro en ruta del ex marroquí y hoy internacional español. Hacía demasiado calor, pero tampoco encontró Ayad oposición que le empujase hacia un tiempo mejor.