El maratón y las carreras de calle así como cualquier otra competencia de alto rendimiento como el fútbol, ciclismo o béisbol, se ha visto implicado con tramas y casos de dopping que han hecho caer en desgracia a más de un ídolo. A pesar de los controles cada vez más estrictos por parte de la IAAF y el Comité Olímpico Internacional, atletas y entrenadores se han visto implicados en casos de dopaje organizado.
Uno de los casos más relevantes es el de la campeona olímpica de maratón Jemima Sumgong. La keniana, ganadora de la primera medalla olímpica para su país en Río 2016 ha sido finalmente suspendida por ocho años por la Unidad de Integridad del Atletismo, que la ha encontrado culpable de aportar datos falsos durante el curso de la investigación.
Cinco meses después de su participación en Río, Sumgong había sido reprobada en el control fuera de competencial al dar positivo por EPO. Esto le supuso una inhabilitación por cuatro años.
Tras esto, una serie de desafortunados acontecimientos se sucedieron desde abril de 2017, cuando fue suspendida del Maratón de Londres al fallar en las pruebas de dopaje realizadas en febrero de ese mismo año. En su momento, esta situación le acarreó una nueva suspensión esta vez por cuatro meses mientras se realizaban las investigaciones. Sumgong era acusada nuevamente de utilizar EPO, es decir eritropoyetina, una sustancia que aumenta los glóbulos rojos y con ello la cantidad de oxigeno que llega a los músculos.
La atleta alegó que la sustancia le fue dada en el hospital debido a complicaciones de un embarazo extra uterino. Jemima había sufrido un embarazo ectópico en 2009 el cual fue ampliamente corroborado y soportado por informes. Sin embargo, durante el juicio realizado en su país natal en noviembre de 2017, Sumgong no pudo mantener sus argumentos y se le acusó de ofrecer falsa información y de no colaborar con la investigación de manera intencionada. Como consecuencia fue condenada a una suspensión de cuatro años.
Pero su caída no termina allí, en enero de 2019 se comprobó el «falso testimonio de la atleta de manera intencional y comprobación de que los informes médicos presentados eran falsos» . Es así como se le duplicó su condena a ocho años. En este escenario la keniana no podrá competir hasta el 3 de abril de 2025, año en que cumplirá 42 años.
Las acusaciones contra Sumgong se remontan a 2012 cuando fue condenada a dos años de suspensión por consumo de Prednisolona, un esteroide anabolizante.
Casos como el de Sumgong recuerdan el del también keniata Samuel Kalalei suspendido por cuatro años también por EPO en el año 2018, o el escándalo que llevó por nombre Operación Relevo, el procedimiento policial llevado a cabo en España en 2018 que culminó con la detención de seis corredores profesionales (Gizaw Bekele, Malika Asahssah y Rachid Nadji) que traficaban con fármacos para mejorar el rendimiento deportivo a través de una intrincada red de contactos.
La Operación Relevo fue precedida por la Operación Chamberí donde se detuvo a Ilias Fifa, Campeón Europeo de 5.000 metros.
No queremos cerrar esta nota sin comentar que estos casos sólo representan a una minoría, pues el grueso de los corredores profesionales de maratón no se han visto implicados en este tipo de juicios.
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