Los espolones como afección no son un aspecto que sea ajeno para los corredores, y mucho menos para los que padezcan de un pie plano, ya que ese tipo de individuos pueden ser los más propensos a sufrir de espolón calcáneo, aunque valdría preguntarse el por qué y las razones por lo que esta patología puede llegar a ser tan común en corredores y cual es el mejor tratamiento del espolón calcáneo.

Patología de los espolones calcáneos

Por supuesto, antes de adentrarse dentro de sus causas y síntomas, habría que entender primero qué son los espolones y cómo surgen. Estos como tal, son el endurecimiento óseo del área de los talones, lo que vendría siendo a nivel clínico la calcificación de la zona, la cual usualmente se da a raíz de una fascitis plantar (de ahí mayor propensión a las personas con pie plano) crónica que termina por endurecer los talones de manera permanente.

De hecho, se calcula que 1 de 4 personas sufre de espolones, el cual suele describirse como un dolor punzante y desgastante en el talón, al este ser presionado, por lo que puede llegar a molestar ante cualquier actividad como caminar largas distancias, correr, bailar, o permanecer parado en un misma posición durante mucho tiempo. Ahora bien, la razón por la que este endurecimiento se da, es debido a que ante un continuo caso de fascitis que no se cure de manera apropiada, el cuerpo enviará mayor cantidad de calcio dentro de esa zona afectada, a fin de poder “sanarse por sí solo” y recuperar tejido, lo que terminará por crear lo que conocemos como espolón.

Es por ello, que si sufre o padece de fascitis plantar, de pie plano, o suele sentir dolor en el área de los talones, es recomendable realizar ejercicios contra la fascitis plantar como terapia preventiva.

Causas de los espolones calcáneos

Aclarado el cómo surgen los espolones, valdría añadir que estos no solo se forman a raíz de la fascitis (siendo esta su causa más común), ya que pueden haber otros agentes que pueden desembocar o ayudar al desarrollo de esta condición, como lo pueden ser:

• Problemas de sobrepeso u obesidad
• El mal correr, es decir, la realización del acto de correr mal ejecutada, lo que puede desgastar y dañar tanto talones, como rodillas
• Pies planos
• Largos periodos en una posición uniforme, especialmente si implican estar parado
• Edad, si no se realiza actividad física
• Zapatillas que no contribuyan al cuidado del pie y a su anatomía

Y por supuesto, todos estos aspectos pueden llegar a causa de la falta de ejercicio o de su mala realización, a la par de una mala alimentación, que es otro aspecto que no se debe dejar de lado en lo que respecta a este tema.

Síntomas de los espolones calcáneos

Los espolones suelen distinguirse por su palpable dolor en los talones, el cual se compara como si una tachuela o aguja penetrara el área al esta tocar el suelo, siendo los primeros pasos del día los que pueden llegar a ser más dolorosos, haciéndose mucho más visibles durante la actividad física o si se mantiene mucho tiempo parado.

Prevención y tratamiento

El tratamiento del espolón calcáneo puede variar según el paciente y el cómo la afección se haya originado, porque en caso de que esta haya sido causa de una fascitis o de un mal correr, la terapia física, es decir, aplicar frío y calor respectivamente, y una rutina asistida y supervisada debería bastar para controlarlo.

Ahora bien, en casos de mayor gravedad esto por sí solo puede que no baste, por lo que en adicional el agregar terapia de ultrasonido (lo que ha demostrado ayudar a la reducción de la capa calcificada), y ejercicios de fisioterapia a la rutina, puede ayudar a fortalecer el área y evitar que vuelva a generar el cuadro médico de la fascitis y por ende, de los espolones. En adicional, el uso de tobilleras, zapatillas apropiadas según su tipo de pisada, y el uso de plantillas personalizadas pueden ser favorables en estos casos y de gran ayuda.

Como último, en casos extremos puede ser requerido el practicar una cirugía en la zona para remover la capa calcificada, esto claro si los otros tratamiento no surgen efecto, aunque en estos casos ante cualquier duda lo mejor siempre es visitar a un médico especialista, con la finalidad de que determine el camino a seguir según el paciente y su cuadro.