Evitar lesiones al correr una maratón: consejos para cuidar tus articulaciones y músculos

Escrito por: SoyMaratonista

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El running es uno de los deportes más extendidos en la actualidad, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta el afán de superación que acaba apoderándose de todos los corredores. El objetivo inicial suele ser el de completar una carrera de 5 o 10 kilómetros, mientras que más adelante surgen nuevos retos: la media maratón y, finalmente, la maratón.

Correr a un buen ritmo durante 42.195 metros es una experiencia inolvidable, sobre todo al llegar a la meta. Sin embargo, el desgaste físico puede ocasionar problemas en forma de lesiones. Según la Clínica Mayo, aproximadamente tres de cada diez maratonianos las sufren al participar en este tipo de carreras de larga distancia.

Algunas lesiones son fáciles de curar, pero otras requieren desembolsar una estratosférica cantidad de dinero en pruebas de diagnóstico y posteriores tratamientos, lo cual es posible evitar contratando seguros como los analizados en El Comparador Seguro. Por supuesto, es preferible no lesionarse, aunque puede parecer complicado teniendo en cuenta que las piernas y los pies se mantienen a un ritmo elevado durante 42 kilómetros.

Tanto las articulaciones como los músculos son los elementos que más sufren en una maratón. Con los consejos que leerás en este artículo, podrás darles los cuidados preventivos que requieren para que el desgaste no sea excesivo y, por ende, evites lesiones de mayor o menor gravedad.

Corredor lesionado

Haz estiramientos antes y después

Para un corredor no hay nada peor que tener los músculos fríos o las articulaciones sin lubricar al dar comienzo a una maratón. Al cabo de pocos kilómetros, el dolor empieza a hacer mella y no tarda en aparecer la primera lesión.

Evitarlo es tan fácil como hacer estiramientos que abarquen los grupos musculares del tronco inferior, amén de las articulaciones, prestando especial atención a las caderas, las rodillas y los tobillos.

Tal vez creas que las lesiones solo se producen durante el transcurso de la maratón, pero nada más lejos de la realidad. Ciertamente, al concluir la carrera también puedes sufrirlas, por lo que asegúrate de hacer los estiramientos no solo antes, sino también después.

La euforia del momento puede llevarte a olvidarte por completo de ese calentamiento que tanta relevancia adquiere. No dejes que sea así: aprovecha los minutos posteriores para estirar los músculos y lubricar nuevamente las articulaciones.

Utiliza unas zapatillas adecuadas para ti

Estirar antes y después no sirve de mucho si completas la maratón con un calzado inadecuado. Ten en cuenta que el simple hecho de que las zapatillas hayan sido concebidas para el running no se traduce en que sean las idóneas para llevar a cabo una carrera de semejante envergadura.

Tal vez un calzado de running sea el ideal para un corredor, pero no para ti. Con tal de asegurarte de que es el más adecuado para tus necesidades, cerciórate de que el tallaje es el correcto, así como el nivel de amortiguación que requieres. También es esencial que compres unas zapatillas confeccionadas en base a tu tipo de pisada.

Mantén una buena postura

Esto último ayuda a que, a lo largo de la maratón, mantengas una buena postura, pero no es lo único. El cansancio extremo, en muchas ocasiones, acaba derivando en un encorvamiento y en posteriores lesiones.

Impedir que se produzca una lesión provocada por una mala postura no es complicado. Lo único que tienes que hacer es mantener los hombros sin tensión, no mirar hacia abajo cada dos por tres y alinear la cadera con la espalda.

Hidrátate durante la maratón

Una buena hidratación es clave para prevenir lesiones. Y es que el agua cumple funciones esenciales para el cuerpo del runner, como la lubricación de las articulaciones gracias al líquido sinovial. Sin embargo, algunos corredores se exceden y acaban sufriendo el tan temible flato.

Para hidratarte durante la maratón y no tener que lidiar con esta desagradable consecuencia, bebe poco a poco. La respiración también es clave para evitar que el líquido elemento termine pasándote factura en forma de dolor abdominal. Cuando el agua pase a formar parte de tu organismo, los músculos también se beneficiarán de ello contrayéndose y, al concluir la prueba, relajándose sin excesivas molestias, dolores ni lesiones en general.

Detén enseguida tu avance si notas un dolor intenso

No terminar una maratón no es ni mucho menos un fracaso. De hecho, es lo más recomendable si se produce algún dolor de considerable intensidad. Aquellos que no alcanzan un nivel excesivo pueden ser habituales y poco importantes, propios del desgaste de la carrera, pero no es el caso de otros que impiden que corras con normalidad.

En el supuesto caso de que uno de estos dolores haga mella en tus rodillas, pies u otras zonas del cuerpo que se mantienen muy activas durante la carrera, no sigas recorriendo kilómetros. Así evitarás una lesión de gravedad que requiera un costoso y complicado tratamiento.

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