Siguiendo con las lesiones del corredor, abordamos acá la llamada tendinitis del Psoas o Psoítis, como también se le conoce. Aunque es de las menos frecuente, no por ello es menos importante.
Esta lesión comprende la inflamación del tendón del músculo psoas o psoítis. El músculo iliopsoas se divide en dos porciones: el psoas mayor, que se inserta próximalmente en la cara lateral de las vértebras lumbares y distalmente su tendón se ancla en el trocánter menor del fémur; y por la porción iliaca que nace en la fosa iliaca y distalmente se une al psoas mayor para terminar directamente en el fémur. Debido a su disposición anatómica su función o acción principal es la flexión de la cadera. También es responsable de la rotación externa del muslo.
Es un músculo muy usado durante la carrera y, por ende, este gesto repetitivo llega a producir una sobrecarga en su tendón, cuya consecuencia final será la inflamación del mismo, una tendinitis. En este cuadro también pueden verse involucrados otros músculos de esta región como son los aductores y abdutores, el glúteo medio e incluso el tensor de la fascia lata.
Causas del dolor
El dolor de la psoítis por lo general se presenta en la región inguinal, aunque también puede irradiarse hacia la parte anterior del muslo y por detrás hacia la zona lumbar. Este músculo tiene una importante relación con el dolor de la parte baja de la espalda. Así que, si tenemos un psoas muy contraído y/o acortado se producirá un aumento de la curvatura de la parte baja de la espalda, lo que se conoce como lordosis y este aumento de la curva se traducirá en dolor por el estrés ocasionado en esta zona. También puede presentarse dolor en la ingle. Una mala postura e incluso un calzado inadecuado también pueden favorecer la aparición de este dolor.
Algunas causas de acortamiento del músculo iliopsoas son una posición sedente mantenida, alteraciones viscerales, alteraciones posturales y algunos desajustes que se producen en el hueso ilíaco y la pelvis como consecuencia de desequilibrios musculares.
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Se recomienda incorporar en tu plan de entrenamiento ejercicios de acondicionamiento físico antes de realizar la actividad física. En este sentido, también es importante cumplir con los días de descanso luego de entrenamientos intensivos. Asimismo, se sugiere la realización de ejercicios de estiramiento para ayudar a mantener la flexibilidad en esta zona.
Como siempre la recomendación es acudir a un especialista, mantener la flexibilidad, ser conservador y consciente con los planes de entrenamiento.
Y ante todo, ¡escucha tu cuerpo!
Fuente: Travell y Simons. Dolor y disfunción miofascial.
Fisioterapeuta egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Diplomado en Terapia Manual. Áreas de desempeño: Fisioterapia musculoesquelética y entrenamiento de capacidades físicas para deportes de potencia y fondo y Acondicionamiento físico.
También imparte Charlas en el área de prevención en salud.
¿EN QUE TIEMPO ES LA RECUPERACIÓN? ¿SE PUEDE TROTAR DE FORMA LIGERA?
José lo ideal es contactar a tu médico de confanza.Y lo más importante escucha a tu cuerpo.