Alrededor del 58% de los estadounidenses han sufrido dolor de talón , de acuerdo con una encuesta realizada por la American Podiatric Medical Association. Consultamos a nuestros seguidores en Twitter y confirmamos que un porcentaje similar manifestó haber sentido dolor al correr o caminar en más de una ocasión.
Pueden ser los efectos naturales del envejecimiento, la tensión repetitiva, los zapatos equivocados o una combinación de factores, pero este dolor en el talón puede tener tres posibles causas comunes, responsables de su aparición así como de su persistencia.
1. Fascitis Plantar
La fascitis plantar es la fuente más común de dolor en la conexión entre el talón y el arco a lo largo de la parte inferior del pie. El tejido de la fascia plantar conecta los dedos del pie con el talón. Eventualmente, la presión repetida del golpeteo del pavimento o de estar de pie -a menudo en zapatos que no ofrecen soporte- causa inflamación crónica. La mayoría de los pacientes tienen músculos tensos de la pantorrilla o los tendones de Aquiles además de pies planos que contribuyen a la aparición de los síntomas.
Las personas con fascitis plantar manifiestan que el dolor es peor a primera hora de la mañana. Durante el sueño, el arco y la fascia plantar asumen sus posiciones naturales, pero ese primer paso hace que el tejido se estire de nuevo, a menudo con microdesgarros creando así mucho dolor. Los períodos largos de estar sentado o de pie también pueden provocar una respuesta similar.
Para tratar la fascitis plantar, las recomendaciones generales de los podólogos son las siguientes:
- Aplicar hielo en el área: puede enrollar una botella de agua congelada a lo largo de la planta del pie.
- Usar zapatos con más soporte y posiblemente plantillas personalizadas.
- Cambiar el calzado cada cuatro a seis meses.
- Estirar y fortalecer los músculos de la pantorrilla con una toalla.
- Usar una férula nocturna para estirar la pantorrilla y sostener el pie.
- Si las molestias en los talones persisten, hay terapias de alta tecnología que han demostrado que tratan el dolor en el talón.
2. Atrofia de la almohadilla de grasa
No hay nada más bonito que unos gorditos pies de bebé. ¡Si nuestros pies adultos se mantuvieran tan gordos y bien acolchados! Excepto que, en el curso de la vida, nuestros pies cubren más de 100.000 millas. Como resultado, las almohadillas de grasa en la planta de nuestros pies se desgastan como la pisada de un zapato, creando una presión adicional en el talón. Una almohadilla de grasa normal mide de 1 a 2 centímetros, pero los pacientes comienzan a mostrar síntomas cuando el acolchado se desgasta por debajo de 1 cm. Junto con la fascitis plantar, la pérdida de grasa es la segunda causa más común de dolor en el talón.
Aparte de que la edad es un factor de riesgo, a menudo vemos almohadillas de grasa plantar atrofiadas en personas con artritis reumatoide, esclerodermia, lupus, diabetes tipo 2, enfermedad vascular, obesidad, trastornos de colágeno, trauma, deformidad del dedo en martillo y pie plano (pie cavo). Los corredores con arcos altos y las personas que han recibido múltiples inyecciones de cortisona para el dolor de pie también están en mayor riesgo.
¿Qué hacer? En casa, se puede:
- Descanse sus pies tan a menudo como sea posible.
- Use hielo y medicamentos antiinflamatorios para calmar la sensación pulsátil.
- Evite usar zapatos de tacón alto o zapatos planos que exacerben el dolor.
- Las órtesis de pie personalizadas son la primera línea de tratamiento, reemplazando la grasa faltante del pie con un molde suave que se puede insertar en cualquier zapato. También se pueden utilizar taloneras simples o las que cuentan con una amortiguación de 3 a 5 mm y espuma de polietileno de celda cerrada duradera.
Los cirujanos estéticos también recomiendan inyectar silicona u otros rellenos dérmicos en el pie, pero el uso de estas prácticas todavía se consideran controversiales. Los cirujanos podiátricos utilizan el injerto de grasa con grasa cosechada del abdomen como último recurso, ya que conlleva riesgos de infección y necrosis grasa. Debe tenerse en cuenta que los resultados son generalmente buenos.
3. Tendinitis de Aquiles
Si el talón le duele detrás del tobillo podría estar sufriendo el desgaste del tendón de Aquiles, el tendón más grande del cuerpo. Este tejido blando conecta a la pantorrilla con el hueso del talón y es especialmente propenso a la inflamación causada por el uso excesivo de correr o caminar. La tensión de los músculos de la pantorrilla aumenta la tensión del tendón.
Los factores de riesgo para las lesiones del tendón de Aquiles incluyen acortamiento, tensión en los músculos de la pantorrilla, poca flexibilidad, sobrepronación con biomecánica de rotación externa, pies planos, obesidad y el uso de calzado inadecuado.
Mientras más pronto trate este dolor, mejor. Para empezar, recomendamos:
- Usar calzado con tacón moderado para aliviar la presión del tendón dañado.
- Usar una toalla para estira el talón o usar un escalón para estirar y fortalecer las fibras del tendón de Aquiles y la pantorrilla.
- Masajear la pantorrilla y el tendón para estimular el flujo sanguíneo y la curación.
- Usar medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor sólo de manera temporal.
El Center for Podiatric Care and Sports Medicine sugiere otras líneas de tratamiento como el enyesado o el uso de aparatos ortopédicos para la inmovilización. También podemos usar plasma rico en plaquetas o inyecciones de biopuntura, terapia de ondas de choque extracorpóreas y parches de nitroglicerina para aumentar el suministro de sangre y la cicatrización en los tejidos.
En el peor de los casos, un cirujano podiátrico puede operar, removiendo partes degeneradas de un tendón, bursa o bolsa sinovial crónicamente inflamada y espolones óseos. En casos de ruptura, es posible que sea necesario volver a unir el tendón al hueso o alargarlo utilizando tendones de otras partes del cuerpo. El resultado de las técnicas quirúrgicas modernas proporciona mejoras significativas en la reducción del dolor, la mejora de la función y la reanudación de las actividades deportivas.
Lee también: Consejos para prevenir y tratar la fascitis plantar
Fuente: https://www.drghealingfeet.com/blog/nyc-podiatrists-discuss-the-top-3-reasons-for-heel-pain-while-walking
Licenciada en Administración de Empresas con un MBA. Especializada en Publicidad y Mercadeo. Caminante más no corredora y consiente de la necesidad de promover el ejercicio, entendiendo que cada quien debe hacerlo con gusto y de acuerdo a su capacidad.
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