Hace unas semanas llegó a mi consulta una paciente de 38 años de edad quien decidió empezar a correr hace aproximadamente 2 meses. Compañeros de entrenamiento le comentaron que presentaba una periostitis tibial y que debería limitar su carrera y recibir manejo medico de rehabilitación.
Al valorarle su dolor revelaba una localización poco clásica como para poder argumentar en favor de la periostitis tibial, pues el dolor se ubicaba en la cara anterior (parte delantera) de la pierna y no en la cara medial de la misma, además el dolor la sensación era sobre todo de agujetas o envaramiento más que punzante.
Con estos elementos y la palpación muscular especifica y aplicación de algunas pruebas clínicas, se diagnóstico un síndrome miofascial del tibial anterior.
A propósito me gustaría hacer algunas reflexiones de lo descrito:
Primero, los pacientes con dolor en la pierna anterior (parte delantera) pueden presentar alteraciones diferentes.
Los pacientes requieren un examen clínico minucioso así como un buen interrogatorio para establecer la naturaleza de su problema antes de iniciar con tratamientos que pueden enmascarar la alteración
Muchas de las patologías de los atletas se asocian con un uso excesivo de los tejidos, con un mal uso y con una sobrecarga de las mismas.
En algunas ocasiones una sobrecarga o sobreuso de los tejidos puede manifestarse de diferentes formas
Pero la mayoría de las veces el problema está en relación con las alteraciones biomecánicas de base y la forma en que el tejido trata de compensarlas.
Tomando como ejemplo el caso expuesto al inicio, podríamos decir que si bien una persona que acumula kilómetros al correr con una pobre interfase (tenis o zapatillas inadecuadas, superficies rígidas, etc); una pobre recuperación del tejido tras el impacto (pobre stiffnes) asociada a un talonamiento acentuado, es candidata a presentar periostitis tibial a lo largo del tiempo.
Es también cierto que un corredor inexperto o novato puede presentar antes que lo mencionado, sobrecarga muscular en músculos que se activan exageradamente en situaciones en las que no deberían hacerlo, es el caso del tibial anterior que cuando la técnica de carrera no es adecuada se activa exageradamente al interpretar que lo que se esta desarrollando por el deportista novato es una marcha a mayor velocidad (en donde por supuesto, la activación del tibial anterior es algo esperado).
Soy Ricardo Quezada Médico Cirujano (UNAM) especialista en medicina del deporte (IPN) Especialista en medicina de rehabilitacion (UNAM/INR) coordinador del diplomado ejercicio y salud; titular de las materias Anatomía, Fisiología del ejercicio y fisiología articular en el IPETH (Puebla Mexico). Jefe de servicio del área de Rehabilitación en un Hospital Público en Puebla y Consulto Rehabilitación Deportiva en el recién nacido y nuevo proyecto Sporthabilia. Soy un apasionado del baloncesto, deporte que jugué por casi 20 años asi como del Rock.
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