Como corredores, es bastante frecuente que centremos toda nuestra atención en lo que debemos o no debemos hacer para mantener nuestro cuerpo en el mejor estado posible para lograr nuestros objetivos. Por ello nuestro interés se dirige a los temas de entrenamiento, de prevención y tratamiento de lesiones y de nutrición. Además, somos bastante constantes con lo primero, lo relacionado al entrenamiento y al acondicionamiento físico.
Esto nos lleva con frecuencia a olvidar un aspecto importante del running y de cualquier actividad que realicemos: el psicológico. ¿Cómo podemos mantenernos motivados a correr día tras día? ¿De dónde sacamos el impulso para levantarnos temprano en la mañana a correr y vencer el cansancio que seguro nos arropa? La respuesta es sencilla: entrenando la mente. La motivación es algo que tan pronto nos viene, como se nos va. Y perderla es tan doloroso como una lesión. Porque es una lesión, quizás no física, pero sí emocional.
Mantenernos motivados no tiene que ser complicado. Muchos autores, como Amby Burfoot (Editor de la revista Runner’s World durante varios años), se han dedicado a dar pequeños y prácticos consejos para mantener esa energía circulando por nuestro cuerpo.
A continuación, compartimos con ustedes 15 trucos para mantener la motivación en el running:
- Recuerda que siempre te sientes mejor después de correr, que antes de hacerlo.
- Ten una meta diaria. No tiene que ser muy elaborada, sólo tiene que ser un objetivo que quieras lograr con esa sesión.
- Olvida el tiempo. Olvida el tiempo, el paso que debes llevar o incluso la distancia y simplemente sal a correr. Será un tiempo contigo mismo, disfrútalo.
- Se creativo. A veces es refrescante acumular kilómetros de una manera que no sea simplemente corriendo, como por ejemplo, ¡participar en un juego de futbol!
- Cómprate esas zapatillas que quieres. ¡Está garantizado que te motivará!
- Prueba una nueva ruta. Sal de la pista o abandona ese circuito que sueles hacer. Explora nuevas rutas y lugares donde no has corrido.
- Mantén un diario de entrenamiento. A veces, ver nuestro progreso puede ser la mejor fuente de motivación, sea por lo bien que lo estamos haciendo o por no soportar ver un día en el que no hayan kilómetros registrados.
- Inscríbete en una carrera. Nada motiva más que tener un objetivo, pequeño o grande. Busca una carrera que te llame la atención e inscríbete en ella.
- Corre por una causa. Nada motiva aún más que participar en una carrera, que correr por una causa. La gratificación será tanto física como emocional.
- Corre con un grupo/compañero. La compañía siempre hará que el trabajo sea más llevadero. Además, somos seres sociables y la compañía siempre nos caerá bien.
- Olvida el calendario. Aunque una meta suele ser el combustible que nos mueve a correr, en algunas ocasiones puede ser abrumadora. Olvida que una sesión es preparatoria para un evento especial. Simplemente sal a correr.. ¡por ti!
- Conviértete en un mentor. Acompañar a un familiar o amigo que se inicia en el running puede devolvernos la pasión por esta actividad.
- Consiéntete. Después de una sesión fuerte o clave en el entrenamiento, date una recompensa por haberla completado.
- Toma un descanso. A veces tomarnos un descanso de correr nos hará extrañarlo. Además, nuestro cuerpo necesita un descanso de vez en cuando.
- No esperes que cada día sea mejor que el anterior. No todos los días estaremos a tope. Algunos sesiones nos serán más duras de completar que otras. Algunas dolerán y en otras no correremos tan rápido como nos gustaría. Pero estás corriendo y eso ya hace que sea un buen día, ¡así que disfrútalo!
¿Tienes algún truco que te haya funcionado? ¡Compártelo con nosotros!
Fuente: “Complete Book of Running” por Amby Burfoot
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