Tabla de contenido
Comienza un nuevo año. Muchos corredores populares vienen de retomar las carreras de calle luego de un año y medio de incertidumbre. Por eso, este es un buen momento para comenzar a planificarse y proyectarnos, soñar en grande, como dicen, a fin de estar listos para los retos que nos trae el asfalto.
La motivación es clave en todo nuevo comienzo. Lograr marcas o completar la carrera sea cual sea la distancia puede ser clave y, sin duda, convertirse en el factor decisivo para afrontar nuevos retos.
Una de los aspectos claves es trazarnos objetivos ambiciosos (pero realizables). Trazarse objetivos ambiciosos puede ser un buen comienzo. ¿Quieres correr un maratón o participar en un triatlón? ¿Perder 10 kilos o el necesario para volver a usar un pantalón que tanto te gusta? Por algo se comienza.
Perseverar es clave
No pensemos solo en volver al asfalto. Cualquiera sea la meta la perseverancia será factor clave, así como el buen ánimo y el apoyo con que cuentes. Tener un objetivo ambicioso incluso podría inspirar a quienes te rodean, bien sea a entrenar contigo o darte apoyo con tareas que realizas cotidianamente para que puedas encontrar el tiempo libre para entrenar.
Comenzar a caminar o correr y mantener en el tiempo esa actividad física que te ayuda a aliviar el estrés, será el mejor estímulo que tengas para continuar adelante.
Apúntate en una carrera
Las carreras virtuales siguen siendo una buena opción para prepararnos, además de que requieren una dosis de motivación extra. Puedes probar las opciones que tenemos en la app de viRACE y comprobar cómo muchas de las carreras incorporan mensajes de estímulo, música o que podemos compartir la carrera con amigos son sin duda un gran estímulo.
Puedes ver nuestro calendario de carreras virtuales para conocer los nuevos retos en este mes de enero que te sirvan de preparación para lo que viene.
Evalúa tu progreso
Toma tiempo para descansar y evaluar tu progreso. Este es un tiempo que puede ser de ayuda para aprender de lo que has hecho y de los resultados obtenidos y, si algo no te ha dado resultado, reajustar tus metas.
De más está decir que una pausa o un fallo en lo que nos hemos propuesto debes considerarlo como un paso hacia tu meta. ¿Por qué? Porque cada intento sincero representa una lección aprendida. Cuando te encuentres con un problema, tómate un momento para pensar en lo que funcionó y lo que no funcionó. ¿Tal vez asumiste un desafío demasiado grande? Si es así, regrese a un objetivo menos ambicioso.
Planifica tus objetivos
Otro aspecto importante es planificar tus objetivos. Planificar las carreras es clave en especial cuando comenzamos a correr o estamos retomando el ejercicio. Por eso, una buena idea para lograr tus metas este año sea planificarte de acuerdo al entrenamiento que realizas.
También puede ser de ayuda dividir ese gran sueño en pequeños pasos. Al dividirlo en pequeños sentirás que avanzas hacia tu objetivo final. Para lograr esto es ideal seguir un entrenamiento personalizado o buscar un plan de entrenamiento que puedas ajustar a tu nivel y con el que puedas ir progresando semanalmente de acuerdo a ese objetivo trazado.
Otra buena idea es no concentrarte en sumar kilómetros sino también en incorporar entrenamientos de fuerza o de fortalecimiento en tu rutina de manera que te ayuden a mejorar tu condición física. Esto te hará menos propenso a sufrir lesiones lo cual además mejorará tu rendimiento.
Divide y vencerás
Dividir las tareas difíciles en objetivos más pequeños y disfrutar el progreso te ayudarán además a mantenerte motivado.
Tómate el tiempo para pensar por qué quieres hacer cambios. Parece algo contradictorio, pero no lo es. Cuando comprendes por qué te aferras a viejos hábitos, o un punto débil que nos toca afrontar en cada entrenamiento. Esto hace que, muchas veces, desistamos del plan y abandonemos.
Reunir la energía y voluntad para hacer cambios no es tarea fácil. Por tal razón, las posibilidades de éxito aumentan cuando el equilibrio entre las ventajas y desventajas es suficiente para que la adopción de un nuevo hábito sea más atractiva que el hecho de quedarse sin hacer nada.
Si tu punto débil son los largos, o los entrenamientos de velocidad, o entrenar las subidas, realiza entrenamientos específicos trabajando en estos aspectos y verás, que con el tiempo podrás ir superando tus propios límites.
A veces cambiar de escenario también es de ayuda en pro de lograr quitarnos esas resistencias. No entrenes todo el tiempo en el asfalto, busca otros espacios y sigue intentándolo sin castigarte.
Comprométete contigo
Otro aspecto importante es entender que el compromiso contigo y con nadie más. Comprometerse es el primer paso hacia el logro de esas resoluciones que te lleven a lograr tus metas en el running para este año. No procastines. Haz tus promesas de manera escrita o verbal. Compártela con tus familiares o amigos.
Eso te animará cuando pases por momentos difíciles. Hay quienes incluso se apoyan en las redes haciendo públicos sus compromisos y dejando registro de sus avances.
También puedes llevar un diario de entrenamiento que te permita ir viendo los progresos o retrocesos que has tenido para hacer los reajustes necesarios en pro de alcanzar tus objetivos.
Lee también: Cómo mantener la adherencia o el apego al ejercicio
Comienza, arranca, ponte esos zapatos y sal a hacer lo que tengas que hacer. Así sea tan solo 30 minutos harán la diferencia y serán el primer paso para un cambio importante en tu vida.
Celébrate
Reconoce tu progreso una vez hayas recorrido esos últimos kilómetros que te propusiste o hayas logrado el peso que te hace sentir saludable o tengas un mejor rendimiento durante la carrera. Ten presente que los cambios son a menudo graduales. Anímate a seguir en ello haciendo una pausa para reconocer el éxito mientras de pequeños y grandes pasos en el camino hacia una meta.
Ya sea colocar tu canción favorita cada vez que alcances los 5.000 pasos. O recibas el estímulo de tu entrenador o de tu pareja, busca ese apoyo positivo para seguir.
Incorpora el estiramiento a tus rutinas. Muchas veces los desestimamos porque sentimos que nos quitan tiempo pero estirar es fundamental y nuestro cuerpo lo agradece. Aunque no sea el fuerte de tu entrenamiento, estirar debería ser parte fundamental dentro de tu rutina. Con 5 o 10 minutos de estiramiento después de cada entrenamiento estarás ayudando a tu cuerpo a reducir la fatiga y prevenir lesiones.
Medita
Tal como señala la publicación Runner’s World, los corredores consideran que correr en sí mismo es un proceso meditativo. Sin embargo, se ha hallado que a aquellos corredores que incorporan la meditación fuera de la carrera les resulta más fácil poner en contexto los altibajos del entrenamiento y la vida. De igual modo, la meditación mejora su recuperación entre sesiones al reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Algo importante es olvidar la perfección. Pon tu mirada en terminar ese maratón, no en correrlo. Si compites para completarlo, serás un ganador aunque termines caminando tanto como corriendo. Con el ejercicio, y tantos otros objetivos que nos fijamos, te beneficiarás incluso cuando hagas menos de lo que te gustaría. Cualquier actividad es siempre mejor que ninguna. Lo importante es hacer algo a no hacer nada. Tal vez mañana sea mejor.
Hacer un ajuste puede parecerte desalentador, pero no tiene por qué serlo. Las metas no tienen por qué ser drásticas. Al hacerlas sencillas conseguirás sin dudas grandes recompensas que puedas mantener en el tiempo para llevar una vida sana y feliz, dejando además un saldo gratificante.
Foto: Maratón de Nueva York/ Pexels
0 comentarios