Como articulaciones centrales de nuestros miembros inferiores (las piernas), las rodillas continuamente son expuestas a altos niveles de presión, siendo además en muchas ocasiones las que suelen recibir el mayor impacto y desgaste, a la hora de correr, entrenar, saltar y ante cualquier caída, por lo que se convierten en el lugar común para lesiones. Esto, por supuesto entra en vigencia dentro del running, teniendo patologías propias en la disciplina.

El mayor factor de riesgo para sufrir una lesión en la rodilla al correr es el uso excesivo o llamadas lesiones por sobreuso. Sin embargo, otros factores de riesgo incluyen cualquier desequilibrio inherente en los músculos alrededor de las rodillas, así como la realización de ejercicios que puedan contraer y extender excesivamente estos músculos.

Otros factores de riesgo incluyen lesiones previas en la rodilla que causan daño o debilidad a largo plazo, o desequilibrios en los músculos.

¿Cuáles son las afecciones de rodilla más comunes en los corredores?

Las afecciones más comunes entre corredores son:

1.- La ‘rodilla del corredor’, conocida como síndrome de la cintilla iliotibial o fascia lata, la cual se caracteriza por dolores punzantes en la cara externa de la rodilla al talón tocar el suelo, y puede llegar a dificultar la carrera al repetirse este movimiento de manera consecutiva.

2.- El síndrome de dolor patelofemoral, es un dolor de rodilla asociado con dolor alrededor de la rótula. Se cree que es causado por un desequilibrio en los músculos que sostienen la rodilla y errores mecánicos que pueden causar un mal seguimiento de la rodilla. El síntoma principal es el dolor alrededor de la rodilla cuando corres. El dolor puede ser sordo o agudo e intenso y suele empeorar a medida que aumenta la intensidad del ejercicio.

Estas son las más comunes, pero cuando se trata de esta área, son muchas las afecciones que pueden ocurrirle a un atleta, como los meniscos, bursitis, la calcificación de los tendones, degeneración del cartílago o el dislocamiento de la rodilla como tal.

¿Cuándo debe visitar a un médico?

La mayoría de las lesiones de rodilla en corredores se pueden resolver con métodos conservadores como reposo, hielo y estiramientos. Si tu dolor no es intenso pero dura una semana o más, debes buscar atención médica para una revisión de la rodilla. Tu médico fisiatra o un fisioterapeuta te ofrecerán consejos sobre ejercicios y estiramientos que ayudarán a tu recuperación.

Sin embargo, si el dolor es intenso o tu rodilla está hinchada, debes consultar a un médico de inmediato. Te preguntarán acerca de tus síntomas y te realizarán un examen físico de la rodilla. Es posible que te deriven a un cirujano traumatólogo para realizar más investigaciones o recibir tratamiento.

Ahora bien, en relación a esto, en el pasado se creía que una persona que sufriera una de estas patologías, no podría volver a practicar actividades físicas, ya que el área habría quedado sentenciada y con cierta predisposición a volver a sufrir el mismo cuadro; no obstante, el Dr. Jon Elorriaga Vaquero, traumatólogo experto en rodilla de Bilbao, el cual por medio de la técnica de la artroscopia, ha demostrado a la par de otros especialistas que realizan esta práctica, que esta creencia no es del todo cierta, permitiendo una sanación completa de la lesión, recomendando prótesis únicamente cuando el cuadro es de mayor grado, lo que también promete una recuperación total en el paciente.

¿Cómo prevenir las patologías de rodilla?

Dicho esto, el aspecto más importante a lo que respecta a este tema, siempre será el cuidado y prevención de estas articulaciones, entendiendo lo fundamentales que son dentro de nuestros miembros inferiores, y lo vulnerables que pueden llegar a ser si no las cuidamos adecuadamente.

Para ello, una de las mejores maneras de protegerlas, es realizando ejercicios de fortalecimiento dentro de esa área, como lo pueden ser los mini-squats, elevación de rodillas, entre otros, a la par de estiramientos, a fin de asegurar que estas no pierdan elasticidad y fortaleza, pilares dentro de lo que son unas rodillas saludables. Dentro de los estiramientos, asegúrate de realizar aquellos que se concentran en los isquiotibiales, que son de los que más ayudarán a tener unas rodillas más fuertes y con mayor resistencia.

Por otra parte, el tener el calzado apropiado siempre favorecerá, sobretodo a la hora de correr, ya que una zapatilla que este especialmente diseñada para el correr, y con la tecnología adecuada para cuidar tu pisada, también puede llegar a ser tu mejor aliado en la protección del impacto del correr hacia tus rodillas.

Sumado a esto, el paso que nunca puede faltar, es el realizar una visita médica a un traumatólogo o a un podólogo especializado en el área deportiva, para que este puede ayudarte a definir aspectos básicos como tu tipo de pisada, deficiencias, prevenciones específicas según tu historial médico y de esa manera encontrar las zapatillas correctas para ti.

Fuente: Artrosasun