Los azúcares tienen una relación directa, demostrada científicamente, en el sobrepeso y la obesidad y éstos a su vez en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, como las dolencias cardiovasculares, la hepatitis o los ataques cerebrales. La mayoría de los adultos y niños consumen grandes cantidades de azúcar, la que agregan ellos mismos al café o a un jugo y las que ingieren ocultas en refrescos, galletas y golosinas.
Ante ese panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que tanto niños como adultos reduzcan su ingesta de azúcar a menos de un 10 por ciento del total de calorías que consumen por día.
La OMS presentó las nuevas directrices sobre ingesta de azúcares, las primeras en más de una década, que reafirman las que ya recomendaba y que sugieren además otras mucho más radicales.
Cuando se habla de azúcares se incluye tanto el azúcar puro, que se consume tradicionalmente con el café como la fructosa, la glucosa y otros productos que se usan para endulzar los alimentos o las bebidas, además de los azúcares presentes en la miel y los zumos de frutas.
Concretamente, se recomienda que tanto los niños como los adultos reduzcan su ingesta de azúcar a menos de un 10 por ciento del total de calorías que consumen por día. Unas 200 calorías representan unos 50 gramos de azúcares, una cantidad de doce cucharaditas. Es decir, si en promedio un adulto consume unas 2.000 calorías diarias, solo 200 deberían ser azúcares. Para los niños, se recomienda de media una ingesta de 1.500 calorías, por lo que deberían ingerir un máximo de 37 gramos, unas nueve cucharaditas.
«Somos conscientes de que a un 10 por ciento se llega muy rápido. Si una persona toma un tazón de cereales para desayunar, un refresco al mediodía y un yogur como postre en la cena, ya ha consumido un 10 por ciento», explicó Francesco Branca, director del departamento de Nutrición y Salud de la OMS.
Cuestionado sobre cómo rebajar esa dieta aparentemente sana, respondió: «comprando cereales sin azúcares añadidos, bebiendo agua y no un refresco, y consumiendo yogures sin azúcar».
Branca asumió que en muchas ocasiones el problema recae en la falta de oferta de esos productos o en su elevado precio, por lo que abogó por una política pública activa. Asimismo, sugirió la posibilidad de aumentar los gravámenes a los productos azucarados para que sean menos accesibles. Las recomendaciones son definidas como «fuertes», lo que en la jerga de la OMS implica que pueden ser adoptadas como leyes en la mayoría de las situaciones.
Además, la OMS ha establecido otra recomendación «condicional», con menos peso que una directriz porque se basa en evidencias menos contrastadas, y que pide que se reduzca la ingesta a un 5 por ciento de las calorías diarias (unos 25 gramos o seis cucharaditas) «para obtener beneficios adicionales para la salud».
Las directrices se basan en análisis científicos que demuestran que los adultos que consumen menos azúcar pesan menos y que, a más azúcar, más peso.
Otro examen demostró que los niños que consumen bebidas azucaradas tienen mayores niveles de sobrepeso y de obesidad que los que no las beben. Asimismo, las evidencias muestran que hay más incidencia de caries dentales cuando la ingesta de azúcar es mayor a un 10 por ciento de las calorías diarias en el caso de los menores.
El objetivo final de estas recomendaciones es reducir los índices de sobrepeso y obesidad en el mundo y, por extensión, la incidencia de enfermedades como las dolencias cardiovasculares, la hepatitis o los ataques cerebrales, entre otros.
Muertes por exceso
El 10 por ciento de las muertes en el mundo son causadas por una dieta no equilibrada y la excesiva ingesta de azúcares es uno de los factores más importantes de una alimentación no adecuada, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció nuevas directrices al respecto.
«La incidencia que una dieta desequilibrada tiene en la salud es enorme; tanto, que un 10 por ciento de todas las muertes en el mundo están relacionadas con ella. No sabemos exactamente cuál es la incidencia directa de los azúcares, pero sabemos que es muy importante», explicó en rueda de prensa Francesco Branca, director del departamento de Nutrición y Salud de la OMS.
Según la OMS, la ingesta de azúcares varía mucho entre los países y las franjas de edad.
No existen datos sobre consumo de azúcares en el mundo, sólo de azúcar que edulcora el café y que indican que la región que más azúcar consume en el mundo es Sudamérica: 130 gramos por día por persona. En Europa Occidental se toma una media de 101 gramos por día; en América del Norte 95 gramos; en Oriente Medio y África del Norte, 90 gramos, y en África 30 gramos.
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