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Las lesiones forman parte de la vida del corredor y de los deportistas en general. Los avances médicos así como el estudio y comprensión del la biomecánica y los músculos y tendones han facilitado el abordaje de las mismas.
La ecografía es una herramienta muy útil en la medicina deportiva, especialmente cuando se trata de diagnosticar, monitorear y planificar el tratamiento de lesiones de tejidos blandos. Estas lesiones son frecuentes en el running ya que suelen desarrollarse de manera progresiva debido a un sobreuso de los tejidos.
Las lesiones por sobreuso ocurren cuando la capacidad de los tejidos para autorrepararse o regenerarse se ve sobrepasada por cargas que aumentan rápidamente en distancia, frecuencia o intensidad durante los entrenamientos.
Los errores en la planificación del entrenamiento, por ejemplo al entrenar sin un plan adecuado, son las causas principales de estas afecciones en corredores de larga distancia, junto con el uso de calzado inadecuado y los desbalances musculares.
La ecografía se presenta como una prueba diagnóstica ideal para abordar estas lesiones, ya que permite obtener imágenes en tiempo real de los tejidos blandos afectados. Además, tiene varias ventajas importantes. No utiliza radiación, lo que la hace más segura en comparación con otras técnicas de imagen como las radiografías o tomografías. También es un método accesible, de bajo costo y portátil, lo que facilita su uso en diversos entornos médicos. Su capacidad para observar las estructuras internas del cuerpo en movimiento resulta especialmente útil para evaluar la funcionalidad y dinámica de los tejidos.
Lesiones de tejidos blandos más comunes en los corredores
A continuación identificamos los cuatro grupos principales de lesiones en tejidos blandos en corredores.
Lesiones musculares
Son especialmente relevantes en maratonistas quienes durante una carrera de 42 kilómetros dan un promedio de 38.000 pasos, sometiendo a las extremidades inferiores a una carga que puede ser entre 4 y 8 veces el peso corporal. Este esfuerzo, combinado con un programa de entrenamiento promedio de 64 kilómetros semanales, genera un gran impacto en los músculos.
En este grupo podemos destaca los desgarros musculares. Son un tipo de lesión traumática en la que las fibras musculares se rompen, sangran y producen una hemorragia. Además de los desgarros, la ecografía es especialmente útil para evaluar el dolor muscular diferido y las contracturas. (Soto PJ, Salazar LRLV. Clasificación ecográfica de los desgarros musculares. Anales de Radiología México. 2008;7(2):121-128.)
Lesiones en tendones
En cuanto a las lesiones tendinosas, estas afectan los tejidos que conectan los músculos con los huesos. Un ejemplo común en corredores es la lesión de la banda iliotibial, un tendón largo ubicado en la región lateral del muslo. Esta lesión se caracteriza por dolor en la región lateral de la rodilla que puede irradiar hacia la pierna.
Otra lesión muy común en corredores es la del Tendón de Aquiles. El tendón de Aquiles es de gran importancia durante la carrera y su tendinopatía tiene la proporción de incidencia más alta (es decir, 10,3 %) de todas las lesiones relacionadas con correr (Kakouris, Yener and Fong, 2021). La ecografía puede ayudar a diagnosticar de forma fiable una rotura del tendón de Aquiles, e incluso puede distinguir un desgarro parcial de una rotura completa del tendón.
Lesiones en ligamentos
En lo que respecta a las lesiones ligamentarias, un ejemplo común es el esguince de tobillo, que ocurre cuando los ligamentos que estabilizan esta articulación se estiran en exceso o se desgarran. Si no se diagnostica y trata adecuadamente, esta lesión puede predisponer al corredor a recaídas frecuentes de allí la importancia de su diagnóstico y tratamiento.
Inflamaciones (bursitis y fascitis)
Otra afección frecuente en corredores es la temida fascitis plantar, una inflamación crónica y muy dolorosa de la fascia plantar del pie debido al impacto repetido contra el pavimento o el uso de calzado sin soporte adecuado. Los corredores con fascitis plantar suelen experimentar dolor intenso al dar sus primeros pasos por la mañana, debido a los microdesgarros que se producen al estirar el tejido.
La fascitis plantar suele ser diagnosticada por un médico fisiatra o deportivo sin necesidad de usar imágenes pero si estas son necesarias la ecografía estará por delante de los rayos X o resonancias magneticas como método económico y preciso.
En conclusión, la ecografía es una herramienta valiosa en la prevención y diagnóstico de lesiones en tejidos blandos comunes en corredores. Su capacidad para proporcionar un diagnóstico rápido, preciso y seguro permite a los deportistas abordar sus afecciones de manera oportuna, optimizando su rendimiento y minimizando el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Licenciada en Administración de Empresas con un MBA. Especializada en Publicidad y Mercadeo. Caminante más no corredora y consiente de la necesidad de promover el ejercicio, entendiendo que cada quien debe hacerlo con gusto y de acuerdo a su capacidad.
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