Para practicar cualquier modalidad de running es esencial hacer una correcta elección de calzado, ya que así se evitan desde lesiones hasta empeorar el propio rendimiento en carrera.
En este post te vamos a dar una serie de consejos para elegir las zapatillas más adecuadas para ti en función de criterios como la superficie en la que vayas a correr, tu tipo de pies o el movimiento que tiendas a realizar al apoyarlos.
Elección del tipo de zapatilla según la superficie
Dependiendo si vas a hacer running en carretera, en campo abierto o en un pavimento indoor tendrías que decantarte por una variedad de zapatilla u otra.
Para correr sobre superficies de asfalto o cemento que destacan por su dureza y carencia de irregularidades, el calzado habría de conjugar la flexibilidad y la ligereza con unas óptimas propiedades de amortiguación y estabilización del pie.
Sin embargo, cuando hablamos de correr por rutas que están fuera de carreteras, como por ejemplo los caminos de tierra, se precisarían unas zapatillas con una suela gruesa que aporten una buena tracción, y que aseguren también estabilidad a la planta del pie. Y ya por último, para practicar cross-training en lugares como gimnasios se deberían elegir unas zapatillas especialmente preparadas para tener un contacto frecuente con el suelo.
A la hora de adquirir tu calzado, la mejor opción siempre va a ser una tienda que pueda ofrecerte una gran variedad de alternativas en modelos del tipo ideal para ti. Por ello, lo más recomendable es que recurras a sitios especializados en zapatillas para correr como DECIMAS, que es un referente para los runners por el amplísimo catálogo que ofrece.
Características de tu pie
Sabemos que caminar con un zapato que no se ajuste adecuadamente resulta incómodo y perjudicial para los pies, por lo que podemos intuir fácilmente que con actividad mucho más exigente como correr estos problemas se multiplican. Por tanto, es primordial acertar con el largo y ancho indicados.
Para ello, nada mejor que recurrir a lo que se denomina como dispositivo Brannock, la herramienta universal para la medición de pies en la industria del calzado. Aunque al margen de la cuestión de las dimensiones también debemos tener en cuenta nuestro arco de pie particular, ya que en función de si es alto, medio o bajo habría que elegir un modelo de zapatilla u otro.
Apoyatura lateral del pie
El modo en el que el pie gira hacia dentro para absorber y distribuir el impacto al pisar recibe el nombre de pronación. Así, hablamos de cómo nuestro pie se apoya lateralmente cuando corremos, para lo que puede haber hasta tres posibilidades distintas:
• Pronación neutral: cuando se sigue un patrón de mantenimiento de los tobillos rectos.
• Sobre-pronación: los tobillos tienden a ir hacia dentro.
• Supinación: tendencia a dirigir los tobillos hacia afuera.
Los corredores que tienen un arco alto y una pronación normal pueden optar por zapatillas de running neutrales, concebidas para mantener el pie alineado, absorbiendo los golpes y dando soporte cuando se produce la apoyatura.
En caso de que tanto la pronación como el arco sean convencionales la mejor opción será un zapato que aporte estabilización al movimiento de los pies, asegurando una óptima amortiguación. Mientras que si se tiende hacia la supinación hacia fuera habría que decantarse por zapatillas de talones altos. Y ya por último, con una pronación muy acentuada combinada con un pie plano lo ideal sería escoger un modelo que propicie un adecuado control del movimiento.
Esperamos que te haya sido muy útil este post, y que te sirva para elegir el calzado perfecto para poder disfrutar al máximo de tu deporte favorito.
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