El cuerpo siempre nos habla, pero nosotros preferimos no escucharlo. A menudo se ve que mucho de los problemas digestivos, se debe a que el combustible que se proporciona al cuerpo para que realice las actividades necesarias, no es el más adecuado, dando como resultado el inicio de síntomas como acidez, reflujo, dolor estomacal, etc. ¿Y a qué recurrimos en ese caso? A medicación para calmar esas molestias y seguir alimentándonos de aquellos alimentos que tanto daño nos hacen.
El mercado nos proporciona no sólo alimentos de mala calidad, que dañan nuestro organismo, sino que además, bombardean con publicidad para que cuando se presentan esos malestares, puedas solucionarlo en pocos minutos con un químico, que momentáneamente disminuye la molestia, pero agrava el daño corporal.
El cuerpo nos alerta en todo momento de aquellos alimentos que le generan bienestar. El consumo de agua, en vez de gaseosas colas o jugos artificiales, por ejemplo, es un cambio con el cual iremos notando como mejoramos la digestión de los alimentos. Evitar alimentos muy químicos y salados, como caldos, consomé, sopas deshidratadas, ayudará a que eliminemos los residuos correctamente y no queden acumulado en nuestro cuerpo. Una alimentación saludable es la que nos proporcionará a largo plazo, una excelente calidad de vida.
Mariana Silvestro
Nutricionista de Grupos LT
Foto: Photos.com/Konstantin Yuganov
Profesor de Educación Física y Licenciado en Alto Rendimiento Deportivo
Coordinador general de los Grupos LT (www.gruposlt.com). Puedes escribirme a:
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