Pararse y caminar es uno de los pasos importantes en el desarrollo motor del niño, el sello evolutivo de la especie humana. Padres, amigos, familiares quieren comprar el mejor zapato para el bebé, la pregunta clave, como escogerlo?

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Antes de entrar en materia piensa por un momento en los niños de pueblo… como los ves mayormente? Descalzos. Y… a cuantos le has visto los pies planos? Cuantos viven tropezándose con lo que encuentran a su paso? Aquí viene la primera clave de elección.

El zapato debe ser flexible para permitir la movilidad del tobillo y del pie. Los huesos del niño son tejido en crecimiento, estructuras que aumentarán de tamaño gracias a la acción de los músculos. Los zapatos rígidos no permitirán que los músculos muevan eficientemente al pie, en consecuencia los músculos se atrofian y por arte de magia… aparece el pie plano.

Si a este zapato rígido le agregamos el estilo de vida de la ciudad la mezcla es explosiva: niños encerrados en sus apartamentos, sin oportunidades de juego en superficies que desafíen su coordinación, equilibrio y fuerza, haciendo aún más débiles sus piernas…

Conclusión: en definitiva, el zapato es importante, recuerda cómodo y flexible en todos los planos, tanto que lo puedas doblar como un coleto. Pero también el estilo de vida del niño es relevante: fomenta su actividad física, por lo menos media hora de juego al aire libre para que siga desarrollando destrezas en sus piernas. ¡Sí se puede!

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Foto: laserfootfix.com

Maira Prado

Licenciada en fisioterapia egresada de la UCV. Profesora de fisiología del ejercicio en la carrera de fisioterapia en la misma universidad. Se desempeña como Directora de Acondicionamiento Físico en Metas Sports. Productora y locutora de Metas Sports Radio, transmitido en Venezuela por 92.9FM y RCR 750AM. Aficionada de la bicicleta de montaña y a la salsa. Madre de 2 hijos.