El tobillo se lesiona con frecuencia en actividades diarias laborales, deportivas y recreativas. Es una articulación de tipo bisagra, recibe cargas enormes, especialmente en carreras o en deportes con giro sobre la extremidad.
Un esguince o torcedura es una lesión que resulta del desplazamiento hacia adentro o afuera del pie distendiendo o rompiendo los ligamentos (tejido fibroso que mantiene juntos los extremos óseos en una articulación) de la cara interna o externa del pie por distensión, estiramiento excesivo, torsión, o rasgadura. La lesión es acompañada de hematoma e inflamación, y bastante dolor, lo cual impide continuar moviendo la región lesionada.
Según la gravedad de la lesión, se puede referir de “leve” (cuando los ligamentos están simplemente distendidos) a “grave” (cuando los ligamentos están rasgados o se han cortado).
Clínicamente se clasifican en 3 tipos:
Grado I: a veces llamado entorsis, consiste en una distensión parcial del ligamento. No incluye rotura ni arrancamiento del ligamento respecto del hueso. En el examen físico, la articulación suele aparecer hinchada y con dolor de intensidad variable, pero pueden efectuarse los movimientos.
Grado II: en este caso se produce la rotura parcial o total de los ligamentos. Presenta movimientos anormalmente amplios de la articulación, y dolor muy intenso. Generalmente la recuperación es total, pero pueden llegar a dejar secuelas de leves a moderadas.
Grado III: rotura total del ligamento con arrancamiento óseo (tratamiento quirúrgico). La rotura de varios ligamentos puede causar una luxación si se pierde completamente la congruencia articular. Suele dejar secuelas de moderadas a graves (dolores persistentes, rigidez, inestabilidad y fragilidad de la articulación).
Tratamiento:
En cualquiera de los tres grados, se debe concurrir al medico lo mas rápido posible. Lo aconsejable es hacer reposo absoluto; colocarse hielo 20 min. cada 2 horas durante las primeras 48/72hs, con el pie elevado; y realizarle un vendaje compresivo con venda elástica.
Para volver a practicar deportes, generalmente se recomienda que la inflamación o el dolor no existan o sean mínimos y que puedan realizarse saltos hacia delante o hacia los lados sobre el tobillo lesionado sin sentir dolor ni inestabilidad. En los esguinces más graves es una buena idea proteger el tobillo con una tobillera o una ortesis para disminuir la probabilidad de nuevos episodios de esguince. Su médico y kinesiólogo deben guiarle en su retorno a la práctica deportiva.
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Profesor de Educación Física y Licenciado en Alto Rendimiento Deportivo
Coordinador general de los Grupos LT (www.gruposlt.com). Puedes escribirme a:
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