En la práctica deportiva son muy frecuentes las lesiones ligamentosas, los famosos esguinces, y es que no sólo sufrimos de esguinces en el tobillo que es el más frecuente. Los esguinces o lesiones ligamentosas pueden ocurrir en cualquier ligamento bien sea en articulaciones del miembro inferior como en el superior.
Uno de los objetivos más importantes en el tratamiento de lesiones deportivas es la restitución del equilibrio y la propiocepción. La importancia de ello radica en que en las articulaciones, tendones y ligamentos se encuentran unas pequeñas estructuras llamadas, mecanorreceptores, que son los que se encargan de percibir toda esa información propioceptiva y cinestésica y de ello dependerá la estabilización refleja de la o las articulaciones involucradas en dicha lesión.
La propiocepción se define como conciencia de la posición de las extremidades; y cinestesia, conciencia del movimiento de las articulaciones. Luego de una lesión articular se produce un desorden en estos mecanismos receptores , desaferenciación, lo cual imposibilita e inhibe respuestas de control neuromuscular coordinado, es decir, se produce una especie de corto circuito entre los sistemas , el que percibe la información, el que la conduce y el que emite la respuesta.
Los déficits de mecanismos propioceptivos pueden conducir a una degeneración patológica insidiosa de las articulaciones debido a la falta de estabilización neuromuscular.
Reentrenar y estimular a los receptores es el principal objetivo y así lograr como resultado el aumento de la sensación de movimiento articular, restaurar el control neuromuscular y evitar la recaída.
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Fisioterapeuta egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Diplomado en Terapia Manual. Áreas de desempeño: Fisioterapia musculoesquelética y entrenamiento de capacidades físicas para deportes de potencia y fondo y Acondicionamiento físico.
También imparte Charlas en el área de prevención en salud.
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