En un mundo de comidas fuera de casa, rápidas y de viajes, recurrimos a preparaciones pre- elaboradas para nuestra alimentación. Los restaurantes, generalmente, no toman en cuenta nuestras necesidades calóricas o nuestra salud al decidir sus menús. Comer fuera es delicado, ya que la mayoría de raciones son demasiado grandes y tienen muchas más grasas y calorías que platos similares hechos en casa. Es por ello, que siempre que tengamos la oportunidad, cocinemos el alimento y de esa manera participemos en la propia nutrición aportando lo que el cuerpo necesita.
Comer sano es posible si nos tomamos unos minutos extra en el día para organizar nuestros propios platos y un menú acorde a lo que nuestro organismo necesita para conseguir una buena nutrición.
Fuente: Mariana Silvestro
Nutricionista de Grupos LT
Foto: www.ennaranja.com
Profesor de Educación Física y Licenciado en Alto Rendimiento Deportivo
Coordinador general de los Grupos LT (www.gruposlt.com). Puedes escribirme a:
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