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¿No sería ideal que pudiéramos entrenar “quemando solamente grasas” en lugar de perder el tiempo “quemando” carbohidratos? Total, todos queremos perderla.
Esto es lo que podríamos pensar cuando vemos en las pantallas trotadoras y otros equipos cardiovasculares: “zona de quema grasas” o “fat burning zone”.
Pero, ¿Tiene sentido mantenerse entrenando en esta “zona”? Veamos.
Lo más importante que debes saber
Primero, es necesario saber que, cuando te ejercitas, tus músculos usan una combinación de carbohidratos y grasas.
De esta forma, la proporción de cada uno dependerá de la intensidad a la que haces el ejercicio. Por ejemplo, cuando vas caminando puedes usar un 85% de grasas y un 15% de carbohidratos.
Si comienzas a trotar, la proporción de carbohidratos aumenta. Si corres más fuerte podrías llegar a usar un 70% o más de carbohidratos y menos grasas.
Claro está, esta relación puede variar entre personas y se modifica a medida que aumentas tu capacidad física.
Aspectos a tomar en cuenta
Hasta aquí tiene mucho sentido entrenar a moderada intensidad para “quemar más grasas” durante el ejercicio. Sin embargo, estamos ignorando un aspecto muy importante del balance de energía que tiene relación directa con el control del peso corporal.
Seguramente has escuchado aquello de que debes consumir menos o gastar más calorías de las que necesitas. Por lo tanto, es precisamente este el detalle que se omite cuando nos enfocamos en trabajar solamente a moderada intensidad.
Es decir, si haces una caminata a baja intensidad y gastas unas 100 calorías como resultado (85% de ellas provenientes de las grasas) gastarás menos calorías. En cambio, si haces una carrera de moderada a alta intensidad en el mismo tiempo, podrías gastar unas 500 calorías (250 provenientes de la grasa).
Este último escenario será mas efectivo para reducir tu peso corporal ya que ayudará a crear un balance de energía negativo. Es decir, quemarás más calorías.
Proporción de grasas y balance de energía
Entonces, una cosa es la proporción de grasas que usan tus músculos cuando entrenas y otra muy diferente es cómo el balance de energía que produces afecta a los cauchitos de tu cintura.
Por lo tanto, si bien entrenar a moderada intensidad, digamos a un 60% de tu máximo, puede formar una parte de tu entrenamiento, no es de lejos lo único que debes hacer para reducir tu cintura.
¿Qué puedes hacer?
Primero, puedes combinar días de ejercicios de moderada con otros a alta intensidad. Por ejemplo, un día trotar 5 Km en 25 minutos; otro día 5 Km en 35 min; y otro día hacer 5 repeticiones de 1 Km en 4 min 30s cada uno.
Por esto, al entrenar a intensidades diferentes, enseñas a tus músculos a usar proporciones variables de combustibles y además haces más divertido tu entrenamiento.
Finalmente, si entrenas en la “zona de quema de grasas” o no, es secundario. Por consiguiente, para reducir tu cintura lo que más cuenta es cuántas calorías gastas en tu sesión de ejercicio y más aún cuántas dejas de consumir a través de los alimentos.
Pedro Reinaldo García es un adicto a las endorfinas que ayuda a corredores apasionados a aplicar las mejores estrategias nutricionales para superar sus límites y mejorar su rendimiento. Autor del libro: Nutrición e Hidratación Durante Maratones.
Pedro Reinaldo García es Nutricionista con Maestría en Fisiología del Ejercicio. Prof. de Nutrición Deportiva en la Universidad Central de Venezuela. Asesor Cientifico del Instituto Gatorade de Ciencias del Deporte para América Latina. Miembro profesional del American College of Sports Medicine y de la American Dietetic Association. Corredor desde 1984.
Fenomenal trabajo!,
Muy de acuerdo contigo Pedro. Con lo que comentas más la constancia todo es posible.