El 24 de septiembre de 2023 fue un día histórico para el maratón femenino. Entonces, bajo la mirada de miles de asistentes y un sol radiante, una espigada morena llamada Tigst Assefa y proveniente de Etiopía cruzaba la puerta de Bradenburgo a un paso veloz rumbo a imponer un nuevo récord mundial de la distancia para una mujer. Fue apenas su tercera ocasión corriendo la distancia del maratón desde su debut como atleta profesional hace 10 años.

Pero volvamos la película atrás.

¿Cómo fueron los inicios de Tigst Assefa?

Tigst Assefa comenzó a correr en pista muy joven. Llegó a representar a Etiopía en pruebas de 400 metros en la pista y se colgó un bronce continental sub-20 por relevos. Después saltó a los 800 metros, distancia en la que sobresalió hasta el punto de participar en la Liga Diamante y firmar una plusmarca de menos de dos minutos (1:59,24) en el año 2014, convirtiéndose en la mejor del mundo para entonces. Además, obtuvo Medalla de plata en el Campeonato de África Sub-20.

Después de estrenarse en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 y no superar la primera ronda de clasificación en la prueba de dos vueltas a la pista decidió que debía cambiar de distancia. Abandonó la pista y comenzó a entrenar para las carreras en ruta. Se probó en los 10 kilómetros (31:45), pero fue en el medio maratón de Valencia cuando demostró que había nacido para las carreras de fondo (1:08:24 fue su tiempo en España).

A las órdenes de Gemedu Dedefo, entrenador de Tamirat Tola, Guye Adola y Amane Beriso, Tigst Assefa ha sabido adaptarse perfectamente al maratón. Así es como en este intento de revalidar su título en Berlín, la corredora de 26 años mejoró en más de dos minutos el récord del mundo, dejando atrás la anterior marca en manos de la keniata Brigid Kosgei (2:14.04 en 2019).

En 2022 ganó el Maratón de Berlín con un tiempo 2:15:37, posicionándose en la élite mundial de los 42,195 kilómetros. Apenas 22 años antes (2001), se había impuesto el último récord mundial femenino en Berlín, logrado por la japonesa Naoko Takahashi, quien para aquel momento se convertía en la primera atleta en bajar de las 2:20 horas deteniendo el crono en 2:19:46.

Este extraordinario logro de Tigst Assefa en el Maratón de Berlín no solo resalta su asombroso talento atlético, sino que también simboliza el crecimiento del apoyo y las oportunidades que las mujeres africanas están experimentando en el mundo del deporte.

A medida que más mujeres africanas rompen barreras en el atletismo y otros campos, se están abriendo nuevos horizontes de empoderamiento y visibilidad para las generaciones futuras. Esta hazaña no solo es un triunfo deportivo, sino un hito que inspira a las mujeres de toda África a perseguir sus sueños y superar cualquier obstáculo en su camino hacia el éxito.

Etiopía, tierra de leyendas

En Etiopía, el país natal de Assefa, ya la comparan con la mayor leyenda del maratón: Abebe Bikila, lo que sin duda es considerado un gran honor. Bikila fue dos veces ganador del maratón olímpico, y fue el primer atleta africano que consiguió ganar una medalla de oro en los juegos olímpicos. Esto ocurrió en Roma en 1960. En aquella ocasión, Bikila necesitó un tiempo de 2:15:16 horas para recorrer la distancia. Fue más lento que el récord mundial de Tigist Assefa en Berlín, pero hay que tomar en cuenta que Bikila corrió descalzo por las calles de Roma.

En 1964 volvió a repetir la hazaña a pesar de estar afectado de salud; los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, volvió a conseguir el oro y estableció una nueva marca mundial: 2:12:12.

Como puede verse, el récord alcanzado por Tigst Assefa, superando la icónica marca de Abebe Bikila en los Juegos de Tokio en 1964, es un hito que trasciende el mundo del atletismo y se convierte en un poderoso símbolo de la determinación y el espíritu indomable de las mujeres etíopes.

En una nación donde la figura de Bikila es venerada como un ícono de resistencia y excelencia, Assefa ha demostrado que las mujeres también pueden dejar su huella en la historia del deporte. Al igual que Bikila desafió todas las expectativas al correr descalzo en Roma, Assefa ha desafiado las normas y barreras para alcanzar su propio lugar en la cima del atletismo mundial, inspirando a generaciones futuras a perseguir sus sueños con pasión y determinación. Su logro es un tributo a la perseverancia y un recordatorio de que las mujeres tienen un papel fundamental en la construcción de legados deportivos duraderos.

Fuentes: World Athletics/ Elperiodico.com/ DW
Fotos: ©SCC EVENTS

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